Científicos advierten que el metano aumenta rápidamente en la atmósfera
Presupuesto Global de Metano 2000-2020 hizo un seguimiento de las emisiones de fuentes naturales y antropogénicas. Reducirlo podría ser más económico que mitigar el CO2.

La producción de energía, la industria, la agricultura y el manejo de residuos son grandes emisores de metano (CH4) a la atmósfera. Y aunque la persistencia de este gas es mucho más reducida que el dióxido de carbono (CO2), es más eficiente en la captura de radiación que él, contribuyendo en gran medida al calentamiento global.
El Presupuesto Global de Metano 2000-2020, realizado por un grupo internacional de investigadores, y publicado en Earth System Science Data, señala que para la década 2010-2019, las emisiones globales de CH4 se estimaron en 575 millones de toneladas métricas al año. De ellas, 369 millones de toneladas, o el 65%, se atribuyen a fuentes antropogénicas directas en los combustibles fósiles, la agricultura y la quema de residuos y biomasa antropogénica. La cantidad, además, está en ascenso.
Aumento acelerado del metano
El aumento de las concentraciones de metano se ha acelerado significativamente en los últimos años, con importantes incrementos anuales observados entre 2020 y 2023. “Los niveles de metano están aumentando rápidamente, alcanzando 1.931 partes por mil millones en enero de 2024, lo que es más de dos veces y media más alto que antes de la industrialización”, dijo Sergio Noce, uno de los coautores del informe.

El investigador agregó que el metano contribuyó con aproximadamente 0,5 °C al calentamiento durante la década de 2010, lo que representa dos tercios del calentamiento asociado al dióxido de carbono. “Hacer un seguimiento de las emisiones de metano y mantener una vigilancia vigilante sobre sus tendencias es crucial para una acción climática eficaz”, sostuvo.
La investigación, por ejemplo, se centró en las termitas, que representan una porción menor, pero significativa, de emisiones naturales. A pesar de su pequeño tamaño, estos organismos producen una cantidad sustancial de metano a través de sus procesos vitales, lo que destaca su papel en el balance general de metano.
Estrategias para mitigarlo
El metano, en comparación con el dióxido de carbono, permanece menos tiempo en la atmósfera, pero como tiene un mayor efecto radiativo y ha crecido aceleradamente durante la última década, es clave tomar medidas para mitigarlo.

El grupo de investigadores identificó cinco prioridades para mejorar el presupuesto de CH4. Entre ellas, producir un mapa global de alta resolución de suelos saturados de agua y áreas inundadas que emiten CH4 basado en una clasificación robusta de diferentes tipos de ecosistemas emisores.
También recomiendan un mayor desarrollo de modelos basados en procesos para emisiones de aguas continentales y la intensificación de las observaciones de CH4 a escala local (por ejemplo, monitoreo a escala urbana, imágenes satelitales con capacidades de orientación, entre otros) y a escala regional (redes de superficie y mediciones globales de teledetección desde satélites); entre otros.
Ocuparse de ello y reducir las emisiones de metano, sugieren, podría ser más económico que mitigar el dióxido de carbono, con un beneficio climático comparable.
Referencias de la nota:
- Artículo en Earth System Science Data. Global Methane Budget 2000–2020.
- Nota de prensa CMCC. Methane: Where it comes from and why we are running out of time.
- Informativo de EPA. Emisiones de metano.