¿Es realmente necesario utilizar desodorante corporal?
Utilizar desodorante a diario se ha convertido en un ritual esencial para la higiene básica. Pero, ¿es beneficioso usarlo en todo el cuerpo?

Desde el principio de los tiempos, la gente ha usado perfumes para disimular el olor.
Según Nina Botto, profesora de dermatología en la Universidad de California en San Francisco, vivimos en una sociedad donde el olor corporal no es universalmente aceptado, lo que hace que el desodorante forme parte de la rutina de higiene diaria.
Los desodorantes neutralizan el olor corporal, mientras que los antitranspirantes reducen la humedad de la piel, aunque el mismo producto a menudo ofrece ambos efectos.
Bloquear la producción de sudor
Nuestro sudor ayuda a controlar nuestra temperatura corporal. Sin embargo, en algunos casos sudamos más de lo necesario.
Esto se llama sudoración patológica o hiperhidrosis. El sudor en sí no tiene olor. Sin embargo, las bacterias de la piel descomponen el sudor, creando el mal olor.
Según Joshua Zeichner, profesor de dermatología del Hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, los productos antitranspirantes deben aplicarse por la noche.
Si no sudamos excesivamente, bloquear la producción de sudor con un antitranspirante probablemente no sea una buena idea.Al bloquearlo por completo, corremos el riesgo de sufrir sudoración excesiva en otras partes del cuerpo.
Desodorantes corporales, ¿cómo funcionan?
Muchos de los productos comercializados para uso en todo el cuerpo son funcionalmente iguales a los desodorantes o aerosoles corporales tradicionales.
A menudo contienen elementos en polvo que absorben el sudor, como polvo de arrurruz, almidón de tapioca y carbonato de magnesio, junto con fragancias para enmascarar el olor. La mayoría no contiene sales de aluminio que controlen el sudor como los antitranspirantes tradicionales, pero hay algunos que sí.
Entonces, ¿deberíamos añadir un desodorante corporal a nuestra rutina diaria?
Según Chris Adigun, dermatólogo de Chapel Hill, Carolina del Norte, EE.UU., este no es el caso.
Hay glándulas sudoríparas en todo el cuerpo. Pero sólo una pequeña parte de ellos son responsables del olor corporal.
Llamadas glándulas apocrinas, éstas se concentran principalmente en las axilas y alrededor de las ingles.

Liberan sudor cargado de grasas y proteínas que proporcionan una especie de buffet libre para S. hominis y otros miembros del microbioma de la piel.
La mayoría de las glándulas sudoríparas no proporcionan tal recompensa nutricional y, por lo tanto, no producen olor.
Sin embargo, ducharse todos los días es la forma más importante de evitar el olor corporal, dicen los expertos.
Debemos centrarnos principalmente en lavar la cara, las axilas y la zona genital, zonas que tienden a sudar más que otras partes del cuerpo, lo que puede facilitar el crecimiento excesivo de microorganismos como levaduras y bacterias.
Tener un olor corporal excepcionalmente malo puede ser una señal de que no estamos limpiando nuestra piel como deberíamos.