Nuevo fósil de Arqueoptérix entrega nuevas pistas sobre la transición dinosaurio-ave

Un espécimen inusualmente bien conservado permitió obtener nuevos datos sobre las capacidades de vuelo de este dinosaurio emplumado, un intermediario entre estos y las aves modernas.

Archaeopteryx
Ilustración que muestra al Archaeopteryx en vida, incluyendo sus plumas terciarias, que le habrían permitido volar. Imagen: Michael Rothman

Probablemente volaba y corría como gallina. Esa es una de las conclusiones del estudio del más reciente espécimen de Arqueoptérix (Archaeopteryx) analizado, el género extinto de aves primitivas, que tenía características de los dinosaurios emplumados y las aves modernas.

Se trata del llamado Arqueoptérix de Chicago, el decimocuarto espécimen conocido de la especie, cuya descripción fue publicada esta semana en la revista Nature. Es también el más pequeño, mide lo mismo que una paloma.

Nuevas pistas para comprender a la especie

El Arqueoptérix de Chicago fue encontrado, como todos los fósiles de esta especie, en depósitos de piedra caliza cerca de Solnhofen, Alemania, por un coleccionista privado de fósiles. Hasta 2022 había estado en manos privadas. Entonces, un grupo de simpatizantes ayudó al Museo Field a adquirirlo para su exhibición y estudio.

Archaeopteryx de Chicago
El Archaeopteryx de Chicago, bajo luz ultravioleta para exponer tejidos blandos. Imagen: Delaney Drummond / Field Museum.

“Cuando recibimos nuestro Arqueoptérix, pensé: ‘Esto es genial’, y estaba súper emocionada. Pero, al mismo tiempo, el Arqueoptérix se conoce desde hace más de 160 años, así que no estaba segura de qué cosas nuevas podríamos aprender”, dijo Jingmai O'Connor, curadora asociada de reptiles fósiles del Museo Field y autora principal del artículo.

Pero el espécimen está tan bien conservado y preparado que descubrieron información nueva sobre todo su cuerpo, particularmente sus alas y, por lo tanto, su vuelo.

Las plumas de las alas del Arqueoptérix de Chicago son claves para definir un largo debate científico sobre los orígenes del vuelo en los dinosaurios. “El Arqueoptérix no es el primer dinosaurio con plumas, ni el primero con alas. Pero creemos que es el dinosaurio más antiguo conocido capaz de usar sus plumas para volar”, afirmó O'Connor. “Esta es, de hecho, mi parte favorita del artículo: la que proporciona evidencia de que el Arqueoptérix usaba sus alas emplumadas para volar”.

Fotografía y dibujo interpretativo del Archaeopteryx de Chicago. Imagen de O'Connor et al. Nature.
Fotografía y dibujo interpretativo del Archaeopteryx de Chicago. Imagen: O'Connor et al., Nature.

La clave de su vuelo, de acuerdo al estudio, podría una capa adicional de plumas en las alas que nunca se habían visto en un miembro de su especie. En las aves modernas, esa tercera capa ayuda a unir el antebrazo más corto al cuerpo para crear una superficie de sustentación continua, que les permite mantener el vuelo.

“Comparado con la mayoría de las aves actuales, el Arqueoptérix tiene un hueso braquial muy largo. Y si intentas volar, tener un hueso braquial largo puede crear un espacio entre las largas plumas primarias y secundarias del ala y el resto del cuerpo. Si el aire pasa por ese espacio, se altera la sustentación generada y no puedes volar”, explicó la investigadora principal.

Sin embargo, las aves modernas han desarrollado una solución a este problema: unos huesos del brazo superior más cortos y un conjunto de plumas terciarias para rellenar el hueco entre el cuerpo del ave y el resto de sus alas.

Nuestro espécimen es el primer Arqueoptérix preservado y preparado de tal manera que podemos ver sus largas plumas terciarias”, dije O'Connor. “Estas plumas faltan en los dinosaurios emplumados que están estrechamente relacionados con las aves, pero que no son exactamente aves. Las plumas de sus alas terminan en el codo. Esto nos indica que estos dinosaurios no aviares no podían volar, pero el Arqueoptérix sí. Esto también refuerza la evidencia que sugiere que los dinosaurios desarrollaron el vuelo más de una vez, lo cual me parece sumamente emocionante”, agregó.

La prueba de que las actuales aves son dinosaurios

Además de analizar las características esqueléticas, el estudio también documentó tejidos blandos conservados. En particular, la forma de las almohadillas de los dedos, que se asemeja a la de las aves modernas que buscan alimento en el suelo, lo que sugiere que Arqueoptérix estaba adaptado para moverse en tierra, pero no era un cazador.

Estos hallazgos respaldan la idea de que la especie puede haber llevado un estilo de vida mixto, pasando el tiempo en el suelo y posiblemente en los árboles, lo que indica una flexibilidad ecológica más amplia que la que se reconocía anteriormente.

El Arqueoptérix es uno de los animales fósiles más famosos del mundo, ya que su descubrimiento, poco después de la publicación de El origen de las especies, de Charles Darwin, entregó pruebas de la teoría de la evolución. Esta ave, la más antigua conocida, ayudó a demostrar que todas las aves, incluidas las que viven hoy en día, son dinosaurios.

Referencias de la noticia:

- Artículo en Nature. Chicago Archaeopteryx informs on the early evolution of the avian bauplan.

- Nota de prensa Academia China de Ciencia. "Chicago Archaeopteryx" unveiled: new clues on dinosaur–bird transition revealed by chinese–american research team.

- Nota de prensa. UV light and CT scans helped scientists unlock hidden details in a perfectly-preserved fossil Archaeopteryx.

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