¿Temporada de tornados en Chile? El fenómeno se repite y crece la preocupación por la falta de radares meteorológicos

Chile no tiene una temporada oficial de tornados, pero los eventos se repiten con mayor frecuencia entre mayo y junio. La falta de radares meteorológicos preocupa a expertos que advierten sobre la necesidad urgente de mejorar el monitoreo atmosférico en el país.

Tornados bajo vigilancia.
Tornados bajo vigilancia: los radares Doppler son clave para detectar su formación y emitir alertas tempranas.

Aunque tradicionalmente se pensaba que los tornados eran ajenos a la geografía chilena, un conjunto de investigaciones recientes ha demostrado lo contrario: Chile no solo registra tornados, sino que además presenta una estacionalidad clara de estos fenómenos, concentrados entre los meses de mayo y junio.

Este patrón no es casual. Durante estos meses, la combinación entre masas de aire frío que avanzan desde el Pacífico Sur y la inestabilidad atmosférica generada por vaguadas en altura y sistemas frontales crea condiciones ideales para el desarrollo de nubes convectivas profundas, algunas con rotación. Si a eso se suma cizalladura del viento y humedad en capas bajas, el cóctel está servido para un tornado.

Tornados en Chile: del siglo XVII al presente

La historia nos cuenta que, entre 1930 y 2024, se han contabilizado más de 70 tornados y trombas en el país. Solo entre mayo y junio se contabilizan cerca de 40 eventos, concentrándose principalmente en la zona centro-sur. Esta distribución temporal y geográfica pone en entredicho la idea de que los tornados en Chile son simplemente “anomalías”.

Dentro de los más catastróficos, están los registros del año 1633, un tornado devastó la ciudad fortificada de Carelmapu, Región de Los Lagos. En 1934, otro evento afectó Concepción, dejando 27 muertos y más de 500 heridos. Incluso el New York Times cubrió el hecho, dada su magnitud y rareza.

En 2019, Chile vivió un brote sin precedentes, con 7 tornados confirmados en solo un mes. Desde entonces, expertos como el climatólogo Doctor José Vicencio, han liderado estudios para caracterizar y documentar estos fenómenos, recopilando datos desde 1880 hasta la actualidad, gracias a la colaboración entre la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), la Armada de Chile y diversas fuentes de medios y redes sociales.

Las investigaciones han demostrado que la mayor actividad se concentra en la región del Ñuble y Biobío, que representa el 36% de los eventos registrados. El caso más reciente ocurrió en Puerto Varas este domingo 25 de mayo.

Un tornado de categoría preliminar EF1 tocó tierra, causando daños materiales y alarma entre la población. Testigos captaron el embudo en plena rotación, lo que provocó un amplio debate en redes sociales sobre la creciente frecuencia de estos eventos extremos.

La Escala de Fujita Mejorada (EF) clasifica los tornados según la intensidad del daño que causan, estimando la velocidad del viento. Va desde EF0 (vientos de 105–137 km/h, daños leves) hasta EF5 (más de 322 km/h, destrucción total).

A pesar de que las condiciones meteorológicas lo hacían previsible, no existía ninguna alerta oficial emitida para el sector. Esto evidencia una grave falencia en los sistemas de vigilancia meteorológica de Chile.

Chile sin radares meteorológicos: una vulnerabilidad latente

Uno de los principales problemas que enfrenta Chile frente a estos fenómenos meteorológicos extremos es la ausencia de radares meteorológicos Doppler, esenciales para detectar rotación dentro de las nubes de tormenta y anticipar la posible formación de tornados. Actualmente, no existe una red nacional operativa de radares con cobertura permanente en el país.

Radar Doppler.
Radar Doppler: herramienta clave para detectar tormentas severas y salvar vidas con alertas tempranas.

Esto significa que la mayoría de los tornados en Chile se detectan a posteriori, mediante el análisis de registros audiovisuales, imágenes satelitales y testimonios de la población afectada. Esta falta de herramientas tecnológicas pone en desventaja tanto a los organismos de emergencia como a la población, ya que se pierde un tiempo valioso que podría salvar vidas.

Mientras países como Estados Unidos, Japón o Alemania cuentan con redes robustas de radares meteorológicos que permiten emitir alertas con varios minutos de anticipación, Chile todavía depende de imágenes satelitales y reportes de superficie. Este vacío tecnológico dificulta no solo la prevención, sino también el estudio y caracterización precisa de estos eventos.

Referencias de la noticia

-J. Vicencio, R. Rondanelli, D. Campos, R. Valenzuela, R. Garreaud y otros. El brote de tornados chileno de mayo de 2019: contextos sinóptico, de mesoescala e histórico. AMS (2021).

-Google Maps. Mapa interactivo de todos los eventos registrados desde 1544.

-Tornado Archive. Proyecto Internacional.

- Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia. Análisis (CR)2 | Chile, país de tornados. (2023).

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