¿Y si las plantas pudieran enviarte un mensaje? Científicos revelan el sorprendente mecanismo de su comunicación
¿Te imaginas que una planta pudiera avisarte cuándo necesita agua o defenderse de una plaga? Un innovador estudio científico ha descubierto el mecanismo secreto de comunicación interna de las plantas, acercándonos a una revolución en la agricultura inteligente.

En un futuro cercano, los cultivos podrían convertirse en sus propios guardianes, alertando sobre la falta de agua o la amenaza de plagas. Lo que antes parecía imposible ahora es una realidad en desarrollo, gracias a innovaciones que decodifican las señales internas de las plantas.
Investigadores de Crop Research Organization and Product Services (CROPPS) han descubierto cómo las plantas comunican su estrés de forma natural. Este avance podría transformar la agricultura, permitiendo sistemas inteligentes capaces de interpretar estas señales y mejorar el manejo agrícola. Con tecnología de precisión, los cultivos responderían mejor a los cambios ambientales, optimizando recursos y reduciendo pérdidas.
Resolver un misterio de más de un siglo
Publicado en las renombradas Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), este avance resuelve un debate centenario sobre cómo las plantas detectan heridas o estrés ambiental y organizan su respuesta. La investigación redefine el conocimiento sobre comunicación vegetal, con implicaciones profundas para la agricultura del futuro.

Durante décadas, dos hipótesis competían: una atribuía la detección al flujo de hormonas, mientras otra señalaba cambios mecánicos en la estructura celular. Vesna Bacheva, asociada postdoctoral de CROPPS, unificó ambas visiones en un modelo revolucionario, revelando cómo estos mecanismos interactúan. "Nuestro marco explica qué impulsa las señales y cómo se propagan", afirmó Bacheva, un hallazgo clave para optimizar el cultivo de alimentos.
La presión interna: clave para la comunicación vegetal
Las plantas no tienen voz, pero sí un lenguaje interno muy sofisticado. Su red de tubos vasculares funciona bajo presión negativa, transportando agua y nutrientes. Cuando un factor estresante —como la sequía o un ataque de insectos— altera esta presión, se activan reacciones en cadena: movimiento masivo de fluidos, apertura de canales sensibles a la presión y liberación de señales químicas como el calcio.

Este flujo de información permite que las plantas activen mecanismos de defensa, como producir ácidos tóxicos para repeler a los insectos. Un sistema de alerta temprana tan efectivo como silencioso... hasta ahora.
¿Plantas que cambian de color para avisar?
Uno de los grandes sueños de los investigadores es crear plantas indicadoras: cultivos que cambien de color, brillen o emitan señales visibles cuando sufran estrés, falta de nutrientes o daños físicos.
Imagina recorrer un viñedo donde las hojas brillen suavemente para advertir que necesitan agua. Detectar estos signos tempranos permitiría ahorrar recursos, reducir fertilizantes y hacer los cultivos más resistentes al cambio climático.

Pero los planes no se detienen ahí. Los científicos trabajan para lograr una comunicación bidireccional: enviar señales a las plantas para que adapten su comportamiento, como reducir su consumo de agua ante una sequía o activar defensas frente a una plaga.
"Queremos que las plantas no solo nos digan lo que sienten, sino que también puedan recibir instrucciones para adaptarse mejor a su entorno", explicó Vesna Bacheva, investigadora principal del proyecto.
El proyecto de CROPPS combina biología, biofísica, ingeniería y agricultura en una apuesta por una agricultura más eficiente y sostenible. Además, cuenta con el respaldo de programas como Schmidt Science Fellows, que impulsan investigaciones disruptivas en ciencias de la vida.
Conversaciones verdes: de la ciencia ficción a la realidad
Aunque aún falta camino para ver estas tecnologías en el campo, los primeros pasos ya están en marcha. Lo que parecía ciencia ficción hoy germina en laboratorios donde la innovación crece como una semilla bien sembrada.
En un futuro cercano, los agricultores podrían dejar de interpretar síntomas tardíos. En su lugar, "escucharían" las necesidades de sus cultivos y responderían con precisión quirúrgica, optimizando recursos y protegiendo las cosechas.
Y quién sabe, quizá no falte mucho para que las plantas no solo pidan agua, sino que también nos sorprendan con un agradecimiento: una flor luminosa en señal de gratitud.
Referencia de referencia
-V. Bacheva, F.. Rockwell, J. Salmon y A. Stroock (2025). Un marco unificado para la señalización hidromecánica puede explicar la transmisión de señales locales y de larga distancia en las plantas.